4 de diciembre de 2021 – Una denuncia, que se produjo en la burgalesa comarca del Arlanza, dio origen a la investigación.
La Guardia Civil, ha desarticulado una organización, con acusados en distinto grado de autoría, de los delitos de estafa, blanqueo de capitales y amenazas de muerte. Una denuncia, que se produjo en la burgalesa comarca del Arlanza, dio origen a la investigación.
El grupo engañaba a sus víctimas mediante la búsqueda y establecimiento de relaciones sentimentales a distancia, denominada “amarres de amor garantizados”, método perteneciente al grupo de los timos o estafas esotéricas. Hasta el momento hay seis personas investigadas en las provincias de Lugo, Ciudad Real, Alicante y Madrid, con edades entre los 24 y los 54 años, si bien se han identificado a otras tres más, entre ellas los dos cabecillas del grupo, para los que se ha solicitado la colaboración internacional a través de INTERPOL, para su localización.
Los hechos, dados a conocer este viernes, se venían sucediendo desde el pasado verano, pero no es hasta el mes de octubre, tras la denuncia de la víctima, cuando el Equipo @ contra la ciberdelincuencia, de la Guardia Civil, tiene constancia de una posible estafa perpetrada en la comarca del Arlanza.
La red delictiva, a través de una conocida red social, contactaba con personas que buscaban establecer relaciones amorosas; para establecer esta relación se solicitaban diferentes cantidades económicas, acompañadas incluso de graves amenazas si se abandonaba y no continuaba pagando. Al final la cantidad económica estafada se aproxima, en este caso, a los 30.000 euros.
La organización estaba jerarquizada y estructurada piramidalmente, con reparto de funciones claramente definidas, que además guardan entre ellas relación de parentesco y también de amistad. El grupo estaba integrado por dos cabecillas que actuaban desde El Caribe y siete cómplices con residencia en España, que recepcionaban el dinero en sus propias cuentas bancarias. La víctima ingresa el dinero solicitado en diferentes cuentas bancarias, que finalmente eran recogidas por la cúpula, que repartía los beneficios.
La Operación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción Nº 1 de Burgos, y coordinada por los Equipos @ contra la Ciberdelincuencia de la Comandancia de Burgos, la investigación también ha contado con la colaboración de otras comandancias.