Padre e hijo se contradicen sobre quien compró un coche en vista por blanqueo

26 de mayo de 2022 – Dos de los tres acusados de un delito de blanqueo de capitales juzgados este miércoles en Valladolid, el supuesto líder de la conocida como banda del BMW, dedicada a la comisión de robos con fuerza, José Luis R.D., alias Pipi, y su padre, Sotero R.M., se han contradicho en la vista sobre quien de los dos compró un turismo.

José Luis R.D., ha sostenido que fue él quien pagó un vehículo BMW en 2014, por el que abonó 20.000 euros y que puso a nombre de su progenitor porque, en el momento de la compra, se le había olvidado el DNI o le había caducado el documento.

Sin embargo, su padre ha mantenido que el vehículo lo compró él «personalmente» con el dinero que ganó durante 36 años trabajando en FASA-Renault.

José Luis R.D. se enfrenta a una petición de penas del fiscal de tres años de prisión y sus padres, Sotero R.M. y Segunda D.G, a dos años de cárcel en cada caso, además del pago de una multa de 150.000 euros cada uno de los tres por un delito de blanqueo de capitales, mientras la defensa reclama la libre absolución.

El juicio se ha desarrollado hoy en la Audiencia Provincial de Valladolid, donde ayer martes doce procesados en la misma causa pactaron la imposición de penas p0or delitos de robo con fuerza en la mayor parte de los casos -en total más de 35 años de prisión-, mientras otros dos se encuentran en busca y captura.

El fiscal ha centrado sus acusaciones en la compra de un BMW, una furgoneta Opel Vivero y un merendero en Tudela de Duero (Valladolid), con un gasto de forma global de casi 60.000 euros, y ha atribuido la procedencia del dinero a actividades delictivas, ya que no se ha constatado que el dinero saliera de cuentas bancarias y además en todos los casos se pagó en efectivo.

Durante su declaración, José Luis R.D. ha manifestado que el vehículo Opel Vivero es de su padre y que el merendero también lo compró su progenitor, mientras acerca del BMW ha asegurado que lo adquirió él con dinero ganado mediante su actuación como intermediario en la venta de coches e inmuebles en Valladolid y Madrid.

Preguntado por su actividad laboral, ha expuesto que lleva cinco años en la cárcel y que con anterioridad, en 2012, trabajó un año y medio aproximadamente.

Su padre ha subrayado que fue él quien compró el vehículo BMW con el dinero que ganó trabajando «honradamente» en Renault durante 32 años -la primera vez que lo mencionó dijo 36 años y el fiscal aseguró que fueron 26 años-.

«Gracias a Dios no me ha faltado ni la salud ni el dinero para mantener a mi familia», ha enfatizado el procesado, que tiene tres hijos y tres hijas y ha subrayado que tenía un «buen sueldo», aunque no podía decir que era millonario.

«ESO ES MENTIRA, MI HIJO NO ME HA DADO NADA»

«¡Eso es mentira, mi hijo no me ha dado nada, yo digo la verdad!» ha espetado Sotero R.M. a voces al representante de la acusación pública, al que ha interrumpido mientras exponía su informe final poniéndose en pie mientras pronunciaba estas palabras.

El magistrado presidente de la Sala ha avisado al procesado de que si volvía a interrumpir la celebración del juicio le expulsaría y le ha informado de que, al final de la vista, tendría la última palabra para decir lo que quisiera, una posibilidad por la que no ha optado finalmente el acusado al acabar el juicio.

«A ningún hijo le he pedido ni un duro», ha recalcado Sotero R.M., tras lo que ha declarado su esposa, también procesada, quien ha especificado que las compras que el fiscal ha atribuido a dinero procedente de actividades ilícitas fueron pagadas con lo que ella había ahorrado y guardaba en una hucha, ya que a su marido le dieron una cantidad cuanto se jubiló.

Ha argumentado además que ella no ha trabajado y ha vivido desde que se casó del salario que ganaba su esposo, quien después de jubilado montó un taller de carpintería en su casa y vendía lo que elaboraba.

El juicio ha quedado visto para sentencia.

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