Los regalos de boda de alto valor se declaran a Hacienda como donación y ya no tributarían en renta

16 de junio de 2023 – Si son regalos de poco valor los expertos aseguran que nadie los declara como donación, aunque recomiendan hacerlo si se trata de una cantidad mayor.

Es posible que algunos contribuyentes que se casaron y recibieron regalos de boda por parte de familiares y amigos al llegar la campaña de renta 2022 se pregunten qué pasa con esos regalos. ¿Hay que declararlos en el IRPF? ¿Cómo se gravan en caso de hacerlo?

Los regalos de poco valor o en metálico no se suelen declarar

Benjamí Anglès, profesor de derecho financiero y tributario de la UOC, explica a Newtral.es que, salvo excepciones, “los regalos de boda son bienes de poco valor o cantidades de dinero pequeñas que suelen entregarse en mano, por lo que no quedan registrados y es muy difícil que Hacienda los detecte”. “Nadie declara como donaciones un regalo de dinero en metálico por importe de 100 euros”, apunta Javier Collado, profesor de Tributación y Asesoría Fiscal de la Universidad a Distancia de Madrid.

¿Hay alguna cantidad o valor límite a declarar? Anglès indica que se recomienda declarar a Haciendo los regalos de boda cuando ”sean bienes cuyo valor es importante, como un inmueble o un coche, cuya propiedad además queda registrada, o si las cantidades de dinero donadas superan los 3.000 euros”.

En concreto, si esos 3.000 euros se ingresan en forma de transferencia ya tienen trazabilidad. Este es el límite a partir del cual las entidades financieras están obligadas a comunicar dicho movimiento a Hacienda, en cumplimiento de la Ley de prevención del blanqueo de capitales

Los regalos de más valor se gravan con el impuesto sobre donaciones

Anglès añade que como “los regalos de boda son entregas de bienes y dinero sin ninguna contrapartida se consideran donaciones, por lo que estarían sujetos al impuesto de donaciones”.

El Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones es un tributo que grava la transmisión de bienes y/o derechos entre personas físicas. Mientras que Sucesiones grava los incrementos patrimoniales obtenidos de manera gratuita y a causa de una muerte, Donaciones grava esos mismos incrementos patrimoniales pero entre personas vivas.

Al tratarse de un impuesto cedido a las comunidades autónomas, es necesario acudir a la normativa de cada territorio para saber cómo y qué declarar. Además, las cuotas a pagar pueden variar entre ellas y en la mayoría de los casos aplican bonificaciones y reducciones cuando los donativos son entre familiares.

En la misma línea, Collado también recomienda que, en caso de que el regalo fuera dinero en metálico en una cantidad grande, “se debería declarar como donación: lo haría el donatario (quien lo recibe) ajustándose a la normativa del impuesto de la comunidad autónoma donde resida”.

Si un regalo de bodas se declara como donación ya no hace falta declararlo en la renta

“Si estos regalos de boda se declaran en el impuesto de donaciones ya no podrían quedar sujetas al IRPF (declaración de la renta), dado que no es posible tributar dos veces por el mismo hecho”, puntualiza Anglès.

Este experto explica que en caso de no haber tributado por donaciones, que es lo suyo, “sí cabría la posibilidad de que la Agencia Tributaria reclamase su tributación en el IRPF como ganancias patrimoniales, al tratarse de incrementos de patrimonio de los cónyuges”. Por eso “es preferible actuar según cada caso teniendo claro cuándo Hacienda puede tener conocimiento de ello para poder decidir cómo proceder”, añade.

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