La detección de los delitos financieros, principal objetivo de Emiratos

14 de febrero de 2022 – El país emiratí quiere hacer de su economía una de las más grandes e importantes del mundo y el ministro de Exteriores ha anunciado una nueva política contra el crimen financiero.

El jeque Abdullah bin Zayed al-Nahyan, ministro de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, quiere emprender un proyecto ambicioso, tal y como ha expuesto el propio Bin Zayed al-Nahyan en un artículo escrito por él mismo en Forbes Middle East. A largo plazo, los Emiratos Árabes Unidos quiere convertirse en la primera economía mundial, sobre todo en el sector de los negocios.

El artículo comienza mencionando la importancia de la Ruta de la Seda, la cual pasaba por la tierra que ahora conocemos como Emiratos Árabes Unidos, donde los comerciantes intercambiaron por primera vez los distintos bienes a lo largo de dicha ruta. Con este inicio, el ministro quiere reflejar el compromiso económico que su país ha tenido siempre con el mundo que les rodea. De hecho, la monarquía arábiga ocupa el puesto 16 a nivel mundial en el índice anual de facilidad para hacer negocios del Banco Mundial de 190 países. Su ambicioso objetivo económico final es el liderazgo del ranking de países.

El Estado petrolero quiere embarcarse en una serie de reformas para mejorar y fomentar el crecimiento de los negocios, la atracción de inversores extranjeros, la creación de empleos y diversificación de la economía lejos del petróleo, estas son algunas de las medidas que ya están en marcha. Con estas iniciativas, quieren llevar a cabo progresos alentadores y convertirse en los pioneros de centros financieros. El ministro afirmó albergar dos de los 30 principales centros financieros internacionales, los cuales están creciendo rápidamente, así como las oportunidades, pero también, pueden traer consecuencias y riesgos.

También, el Estado emiratí quiere comprometerse en la realización de políticas más restrictivas para combatir la amenaza del crimen organizado, el fraude, el lavado de dinero y la corrupción, según señaló el ministro de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional. El lavado de dinero es uno de los principales problemas que preocupa al país, así como las consecuencias y riesgo que genera. Los sectores con mayor riesgo de abuso financiero son el comercio de oro y los bienes raíces.

Naciones Unidas estima que la cantidad de dinero lavado a nivel mundial supone entre un 2 y 5% del PIB mundial, lo que equivale a entre 800.000 millones y 2 billones de dólares. Emiratos Árabes Unidos representa una pequeña proporción de estos porcentajes, pero, aun así, quieren disuadir las finanzas ilícitas porque representan una mala reputación internacional para la nación y para la integridad de sus sectores financieros en el ámbito mundial. La Unidad de Inteligencia Financiera de los Emiratos Árabes Unidos, encargada de evaluar informes de actividades sospechosas, ha duplicado los niveles de personal para las futuras investigaciones. Desde 2019 hasta 2021, el 94% de los casos de blanqueo de dinero fueron condenados.

Al mismo tiempo que, Bin Zayed al-Nahyan ejerce su cargo ministerial, es presidente del Comité Superior de Supervisión de la Estrategia Nacional contra el Blanqueo de Capitales y la Financiación del Terrorismo (ALD/CFT). Por ello, uno de sus objetivos fundamentales es “aumentar la eficacia de los EAU en la lucha contra la delincuencia financiera”. Tanto el Banco Central como el Ministerio de Justicia y el Ministerio de Economía se han mostrado satisfechos con el anuncio de las nuevas medidas del blanqueo de capital. Además, se han establecido tribunales especiales en Abu Dabi y Dubái, endureciendo la condena para los negocios de los centros comerciales, pero, sobre todo, para los negocios más grandes de toda la nación monárquica.

Para llevar a cabo todo lo anterior, el Estado va a operar en torno a cinco principios: la asociación activa entre el Gobierno y la industria, facilitando el intercambio de conocimientos entre instituciones financieras, reguladores y agencias de aplicación de la ley, la prevención, detección y eliminación de las actividades ilícitas, la asociación de los ámbitos público-privado, la colaboración con asociados internacionales, y la realización de evaluaciones de riesgos en toda la economía sobre el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.

Debido a estas medidas y reformas, las instituciones financieras, los contadores, los auditores, los comerciantes de metales y piedras preciosas y los corredores de propiedades se encuentran obligados a llevar un seguimiento e informar de todas las transacciones sospechosas. Asimismo, las fuerzas del orden tienen acceso a una base de datos donde se encuentra toda la información de los beneficiarios reales de todas las entidades de Emiratos Árabes Unidos. Con todo esto, la Administración emiratí quiere desarrollar una economía efectiva.

El ministro Abdullah bin Zayed al-Nahyan, espera conseguir un gran progreso económico mediante todo este enfoque disciplinado, aunque ya se están haciendo varios avances. El objetivo final es la detección de los flujos financieros ilícitos para desarrollar una de las economías más fuertes y respetadas del mundo actual. Como se ha mencionado anteriormente, el sistema financiero emiratí quiere ser global y moderno, por lo que necesita ser protegido.

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