8 de marzo de 2023 – Artemio López Tardón reconoce el lavado de dinero pero niega las acusaciones de tráfico de drogas.
Era uno de los interrogatorios que más interés suscitaba en el macrojuicio que acoge estos días la Audiencia Nacional contra el principal sector en España del clan de los Miami y sin embargo, se ha despachado en diez minutos. Artemio López Tardón, presunto cabecilla de esta «complejísima» trama criminal, como la define la Fiscalía, ha reconocido su responsabilidad en los delitos de blanqueo de capitales por los que está acusado, arrastrando así a otros implicados que defendían su inocencia. Sin embargo, ha negado vinculación alguna con el tráfico de drogas.
Y la Fiscalía discrepa. De Artemio, alias Arti o Arli, el escrito de acusación afirma que ostentaba junto a su hermano Álvaro -que está cumpliendo una condena de 150 años de cárcel en EEUU- «supremas funciones de máxima corresponsabilidad» en toda la gestión de una actividad de narcotráfico internacional sostenida en el tiempo que habría acabado con la entrada en España de «no menos de siete toneladas y media» de cocaína.
Pero López, con el abrigo puesto y pertrechado tras una mascarilla, ha rechazado con respuestas cortas cualquier implicación con el traslado de esas grandes cantidades de droga desde Perú y el resto de operativas de narcotráfico que se recoge el sumario. «Ninguna», ha contestado interpelado por su vinculación. También ha negado haber falsificado moneda, que era otra de las acusaciones.
Lo que sí ha asumido, en un gesto que podría proporcionarle alguna rebaja de condena sobre los 46 años de cárcel que pide para él la Fiscalía, es su responsabilidad en delitos de blanqueo de capitales, falsedad documental y contra la Hacienda Pública. Y lo ha hecho llevándose por delante la estrategia de defensa de los pocos acusados -una decena sobre un banquillo de 81 individuos- que no han querido conformarse con el escrito del fiscal.
«Un elefante detrás del televisor»
Conforme ha dicho, «desde el primero hasta el último» de los relacionados con la trama conocían esas operaciones de lavado de fondos que orquestaban él y su hermano. «Eran cantidades ingentes de dinero, todos tenían que saber. Es como esconder un elefante detrás del televisor. Era evidente y notorio», ha llegado a afirmar, como recoge Ep.
Tan ingentes, que conforme relataba el escrito de acusación, una de las misiones fundamentales de ‘Arti’ era encargarse, con dos subordinadas directas, del «permanente escondrijo, ocultamiento y posesión material, en territorio español, de las descomunales, inmensas y elevadísimas cantidades de dinero contante y sonante» que amasaron. Se trata de «un mínimo» de 24 millones de euros que fueron hallados en efectivo en las entradas y registros en zulos y compartimentos construidos ad hoc en la lujosa vivienda de Madrid que les servía de «cuartel general».
Además, el cabecilla ha explicado que necesitaba tener ciertas cantidades en el banco, por lo que facilitaba el dinero a los testaferros más un porcentaje por sus servicios y ellos se encargaban de ‘legalizar’ el dinero moviéndolo por transferencias entre distintas sociedades. En sus términos: el pagaba «por el servicio de comprar dinero» que esas personas le prestaban.
Antes de que se sentase delante el tribunal lo había hecho David Jiménez Solís, acusado, como su hermano Javier y la madre de ambos, de participar en esas operativas de blanqueo vendiendo a la trama vehículos de lujo «merced al dinero contante y sonante obtenido de la previa distribución, compraventa y tráfico de la cocaína».
66 de 81 se han conformado
Había negado con insistencia cualquier vinculación con el tráfico de drogas o con el origen del dinero y ha limitado su relación con la trama a la venta de esos vehículos, como cuando le ha preguntado el fiscal por qué Ana María Cameno, la ‘reina de la coca’, tenía su móvil en la agenda. «Será el de empresa», ha zanjado.
También habían negado los cargos por blanqueo los hermanos David y Mario Martínez, señalados por urdir un entramado de «tapaderas» y «pantallas» para «dotarse de una mendaz y aparente cobertura jurídica, puramente formal y simulada» en el movimiento del dinero procedente de la droga.
Con la conformidad de López Tardón respecto del relato de la Fiscalía, ya son 66 de 81 acusados los que han confesado, aunque sea parcialmente, su implicación en la trama, incluidos Cameno y el que fue su pareja, David Vela, que se involucró al mismo nivel. Tras la fase de interrogatorios, que se ha completado en esta segunda sesión del juicio, comenzarán las testificales, a partir de este jueves.