7 de marzo de 2021- El ‘hacker’ y experto en ciberseguridad, Bernardo Viqueira, advierte: «Antes, los virus se hacían casi como pruebas de tú contra el mundo, a ver hasta dónde podías llegar y qué fallos podías encontrar. Ahora, esto se ha industrializado a nivel de mafias»
‘Hacker’ y experto en ciberseguridad. Bernardo Viqueira advierte del peligro de navegar por internet: «Lo de la revisión de contraseña es brutal, descargas miles de aplicaciones que no sabes ni lo que tienen y luego resulta que te roban las cuentas bancarias…». Para este ‘hacker’, estamos viviendo el ‘fast food’ de la información.
Usted es ‘hacker’, una profesión que sigue cargada de connotaciones negativas. ¿A qué se dedica?
La opinión pública es una palabra que desconoce. Desde sus inicios, la gente que no es del gremio lo utilizaba de forma negativa. Los hackers llevamos peleando mucho tiempo para desestigmatizar esta palabra. A nivel profesional no es más que un experto en ciberseguridad. Hay especializaciones, yo no sé de todo, hay quien se especializa en auditorías a páginas web, a sistemas, a usuarios, que desarrolla… toda esta gente forma parte del gremio de los hackers.
¿De dónde viene el estigma del pirata informático?
Sí que es verdad que la palabra pirata informático es diferente. Antes había distinción entre cracker y hacker, pero eso se perdió con el paso de los años, y viene al final de un movimiento de la cultura popular. Si tu trabajo es romper cosas, que es lo que hacemos, a la gente le llama la atención. Antes de que se profesionalizase tanto como ahora, que tiene su propio máster universitario, los que llevábamos mucho tiempo en este ambiente, salimos del underground. Empezamos siendo chavales que nos atraía este mundo, y fuimos desarrollando unas habilidades ligadas a la informática.
Hace diez años las preocupaciones de la red eran unas y ahora son otras. ¿Cómo ha evolucionado la cuestión de la ciberseguridad ahora que estamos hiperconectados?
Totalmente, de ahí viene. Cuanta más dependencia tienen las personas de la tecnología, más importante va a ser el establecer medidas de seguridad. El paradigma sigue siendo muy parecido al de hace unos años, que es atacar a las personas. Antes, los virus se hacían casi como pruebas de tú contra el mundo, saber hasta dónde puedes llegar y qué puedes hacer, intentar encontrar fallos de seguridad. Ahora eso se ha industrializado a nivel de mafias. Puedes dedicarte al cibercrimen y no tener ni idea de informática, sino contratar herramientas, desarrolladores, gente que se dedica a eso para hacer el mal. Igual un gran productor de drogas no tiene ni idea del proceso de fabricación de la droga. Hace cinco años, ya se contabilizaba que el cibercrimen ya movía más dinero que el tráfico de armas. Tiene una lectura interesante: el cibercrimen es un facilitador para otros crímenes, para mover dinero negro, hacer comunicaciones secretas, es una pata que apoya el resto de actividades.
El anonimato que confiere la red es una ventaja para delinquir.
Sí, esa es la gracia y la desgracia de internet. A día de hoy hay mucho esfuerzo para ofrecer un mayor control, pero estamos en la dicotomía de qué hacemos, controlamos todo, hay censura, no hay censura, confiamos en que el estado va a velar por nosotros… En España quizá lo vemos muy loco, pero tenemos el ejemplo de China, que tiene una dictadura, que entendemos que haya esas ganas de anonimato en internet, lo que tiene su lado negativo.