Colombia: Resucita proceso contra poderosos zares del oro

23 de enero de 2022 – La otrora poderosa comercializadora de oro C. I. J. Gutiérrez no descarta interponer una acción indemnizatoria por los daños que, aseguran, les causó el proceso por presunto lavado de activos y enriquecimiento ilícito que inició la Fiscalía en contra de varios de sus miembros.

Según el expediente, blanquearon cerca de 1, 6 billones de pesos a través de proveedores inexistentes e incluso muertos.

Pero el caso, que estalló en 2019, quedó en suspenso después de que una juez de control de garantías pidió decretar su nulidad desde la audiencia de imputación. Según la togada, “no se concretaron los hechos jurídicamente relevantes” y su descripción no se hizo siquiera en “un lenguaje comprensible, claro y sucinto”.

Pero el caso, que estalló en 2019, quedó en suspenso después de que una juez de control de garantías pidió decretar su nulidad desde la audiencia de imputación. Según la togada, “no se concretaron los hechos jurídicamente relevantes” y su descripción no se hizo siquiera en “un lenguaje comprensible, claro y sucinto”.

Pero EL TIEMPO estableció que la Fiscalía no solo insistirá en la imputación. Además, la fiscal Luz Ángela Bahamón, superior del curtido fiscal Rojas, ha aportado evidencia con la que busca desvirtuar los señalamientos de su otrora subalterno, y blindar el caso.

La nueva imputación está citada para el 2 de febrero contra los mismos procesados. Pero esta vez por lavado agravado, enriquecimiento ilícito de particulares y concierto para delinquir agravado.

Si bien la Fiscalía le hizo correctivos al caso, se insistirá en los señalamientos contra una firma que llegó a exportar 10,5 toneladas de oro al año a Suiza y Estados Unidos e incluso obtuvo la Cruz de Boyacá y la Orden del Mérito Nacional.

De hecho, cuando EL TIEMPO reveló el caso, en abril de 2019, su representante legal, Andrés Vieira Gutiérrez, aseguró que ellos mismos habían denunciado la presencia de 25 proveedores de oro que estaban muertos, pero aparecían en el Registro Único de Comercializadores de Minerales (Rucom). Además, fue enfático en que la comercializadora aplicaba los más altos estándares para detectar casos de lavado.

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