18 de mayo de 2021- Los acusados debían transferir dinero procedente de una estafa a una cuenta bancaria ubicada en África
Un negocio que parecía fácil pero que al final les ha acarreado una condena de prisión. Así han terminado dos ourensanos a los que se ha considerado responsables de un delito de blanqueo de capitales, por haber aceptado enviar dinero de dudosa procedencia a cuentas bancarias situadas desconocidas a cambio de una comisión.
Eso sí, las dilaciones que han afectado a este caso, en el que ha sido imposible descubrir a los cabecillas de la trama, ha propiciado una rebaja en la condena de Juan P. F. y Sonia O. M., que tendrán que afrontar tres meses de prisión, además de devolver al particular afectado por estos hechos 1.471 euros.
Su participación en la estafa era sencilla. Los cabecillas de la red ofrecían en Internet teléfonos móviles con nombres falsos. En el momento en el que alguien se interesaba por esos terminales, que en realidad no existían, se le pedía al comprador que transfiriera el dinero, que llegaba a la cuenta de los intermediarios, los imputados en este caso, y estos lo desviaban a una cuenta en África, indicando en el envío «ayuda familiar». El estafado acabó pagando también falsos gastos de envío e incluso la liberación del pedido en una aduana.