24 de noviembre de 2022 – Durante el año 2015 la Unidad de Droga y Crimen Organizado, UDYCO, unidad especializada del Cuerpo de Policía Nacional da inicio a una serie de investigaciones tras conocer mediante labores de inteligencia que un presunto grupo criminal realizaba desde Ceuta para introducir droga proveniente de Marruecos a la península.
Tras casi siete años de realizadas las actuaciones policiales que fueron conocidas como ‘Operación Monte’ y que resultaron en la intervención de casi cinco mil kilos de resina de hachís con un valor de mercado de 7.913.095,52 euros en los puertos de Ceuta y Algeciras y que resultaron en la acusación de 33 personas, 30 hombres y tres mujeres, por tráfico de drogas y blanqueamiento de capitales por parte del Ministerio Fiscal según las actuaciones realizadas por el Juzgado de Instrucción Nº 5 de Ceuta, la mañana de este lunes se ha dado inicio a lo que es el juico por estos delitos con mayor cantidad de acusados en la ciudad autónoma de Ceuta.
El Ministerio Fiscal ha calificado contra los acusados 32 delitos contra la salud pública por tráfico de sustancias estupefacientes que no causan grave daño a la salud, tres delitos de falsedad en documento privado, cuatro delitos de blanqueamiento de capitales continuado, cuatro delitos de blanqueamiento de capitales, un delito de alzamiento de bienes del que son acusados cuatro personas, y dos delitos de falsedad en documento público.
Durante el año 2015 la Unidad de Droga y Crimen Organizado, UDYCO, unidad especializada del Cuerpo de Policía Nacional da inicio a una serie de investigaciones tras conocer mediante labores de inteligencia las labores que un presunto grupo criminal realizaba desde Ceuta para introducir droga proveniente de Marruecos a la península.
Fruto de estas investigaciones se realizó la intervención de tres grandes alijos de resina de hachís, uno en la costa de Ceuta y los otros dos en el puerto de Algeciras para un total de 5.400 kilos del estupefaciente y en las que finalmente estarían implicados los 33 acusados que hoy han debido presentarse ante la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta.
Según las investigaciones realizadas por agentes del CNP, dos acusados identificados como K. A. y M. R. M. y señalados como “cabezas visibles en Ceuta y Málaga respectivamente”, “venían actuando al menos desde el año 2006 dedicándose tanto al tráfico de sustancias estupefacientes, al reclutamiento de agentes de las Fuerzas de Seguridad que aseguraran su actividad y posterior pago a los mismos y a la compra de propiedades variadas para facilitar la ocultación de los ingresos obtenidos con la venta de las sustancias estupefacientes”.
Siempre según lo expresado por los documentos judiciales a los que ha tenido acceso EL PUEBLO, “desde Ceuta también operaban como proveedor, copropietario de la droga, junto a K. A.” un sujeto identificado como L. Y. H., “y como intermediario” otro de los acusados identificado como H. A. M.. Ambos también son señalados de “buscar transportistas para dar salida al hachís que adquirían”.
Coordinación telefónica
Según han dejado expuestos los agentes de la UDYCO, los acusados identificados como K. A. y M. R. M. se comunicaban “con el resto de los miembros de la organización (…) a fin de organizar el transporte de la sustancia, tras la adquisición de la droga por ambos a terceros no identificados” utilizando teléfonos móviles. Por solicitud de la Policía Nacional el Juagado de Instrucción Nº 5 de Ceuta autorizó la intervención, escucha y grabación de las líneas telefónicas cuyo usuario era K. A.”. De la escucha de las conversaciones telefónicas de el entonces sospechoso se desprendieron nuevas solicitudes policiales y autorizaciones judiciales “habida cuenta de la existencia de más implicados en las actividades delictivas”. Al mismo tiempo, el Juzgado de Instrucción Nº 4 de Pamplona seguía investigación sobre la misma organización, acordando la intervención de más números de teléfono que ayudaron al esclarecimiento del papel que desempeñaban los acusados”.
Casi seis toneladas de hachís intervenidas
Fruto de estas escuchas se realizó la intervención de tres alijos de hachís en tres fechas distintas, la primera de ellas el 14 de enero de 2016 en el puerto de Algeciras, cuando se interceptó un camión en el cual iban ocultos paquetes de resina de hachís que sumaban 2072,56 kilos con un índice de THC del 30.05 % y con un valor de mercado de 3.316.105,60 euros. En dicha intervención fueron detenidos dos acusados identificados como C. G. G. y F. M. P. S.
La segunda intervención ocurrió tan solo una semana después, el 21 de enero de ese mismo año, cuando dos de los acusados fueron interceptados en las costas ciudad autónoma de Ceuta a bordo de una embarcación semirrígida, 170,54 kilos de hachís con un valor de mercado de 272.865.12 euros que pretendían transportar a la península. En esta ocasión se determinó que el acusado identificado como I. M. contactó y ordenó a los acusados identificados como J. F. T. J. M. V. S. transportar la droga en la embarcación.
La tercera intervención tuvo lugar un mes después, el 24 de febrero, también en el Puerto de Algeciras, cuando uno de los acusados fue detenido cuando se descubriera un doble fondo en el camión que conducía en el que ocultaba 2.702,57 kilos de hachís con un valor de mercado de 4.324.124,80 euros. En este caso el acusado es identificado como G. D. C.
Estructura y funciones
Las investigaciones realizadas por la UDYCO apuntan a que los acusados identificados como K. A., M. R. M. y L. Y. H. “eran los encargados de adquirir el hachís que posteriormente era guardado en lugares indeterminados en Ceuta por un cuarto acusado, identificado como A. D. M. hasta que se organizaba su carga en camiones o embarcaciones para su transporte”. Además, A. D. M. “era la persona que aseguraba el pase de la droga sin ser interceptada por las fuerzas públicas a través de intermediarios”, siendo estos identificados como R. F. J. y M. J. L. E., quienes tras recibir el pago proporcionaban “una cita”, aportando fecha y hora para que el camión pudiera ser inspeccionado.
Por su parte, R. F. J. y M. J. L. E. recibían la matrícula del vehículo en el que se transportaba la droga y se la aportaban al acusado identificado como A. A. F., guardia civil de profesión que se encargaba de asegurar el pase de la droga sin que los vehículos fueran inspeccionados por las fuerzas y cuerpos de seguridad a cambio de una cantidad de dinero no determinada.
Un segundo guardia civil, identificado como J. A. R. S. participaba en la operación ilegal siendo el encargado de poner los cuadrantes de los turnos de los guardias civiles encargados de inspeccionar los vehículos para lo que recibía la información de A. A. F. sobre la fecha pautada para el pase de la droga.
Un tercer guardia civil, identificado como J. C. G. E., realizaba una inspección minuciosa del camión que posteriormente iba a ser utilizado para el transporte de la droga para reducir las probabilidades de que se examinara el día del pase. Una vez el camión con la droga oculta cruzaba el estrecho otro acusado, identificado como M. A. C., encargado de organizar la logística en la península.
Otro acusado señalado de dedicarse a organizar la logística ha sido identificado como M. L. M., “quien viajaba constantemente a Algeciras para contactar con otras personas de la organización” entre quienes se encontraba su hermano, identificado como A. L. M. y quien era el encargado de la vigilancia en la zona de la estación marítima de Ceuta los días previos a los pases de los camiones a la península”.
M. L. M. también es señalado de usar el pasaporte de un tercero, identificado como H. A. H., con la anuencia de este, para evitar pagar la tarifa correspondiente y aprovechar el descuento de familia numerosa que H. A. H. gozaba. También fueron identificados como vigilantes los acusados como A. E. E., D. A. A. y J. M. C. V. siendo su labor circular delante de los camiones en una furgoneta con la finalidad de avisar de algún posible control policial.
Distintas personas realizaban labores relacionadas con la droga tales como vigilancia, distribución y captación de clientes, búsqueda de transportistas, coordinación de las fechas de inspección de los vehículos y de pase de los mismos, búsqueda de mercancía lícita para evitar sospechas y proporcionar la matrícula del camión elegido para el pase. Los detenidos por estas acciones están identificados como R. G. C., R. P D. H. C., F. M. H. S. y H. T. B.
Blanqueo de capitales
Una mujer identificada como S. P. D., pareja de otro de los acusados y “plenamente conocedora de las actividades ilícitas de su marido”, conjuntamente con él y para “dar salida a la ingente cantidad de dinero que por el tráfico de hachís entraba en la casa que ambos compartían (…) compraba cupones de la Cruz Roja a terceras personas que habían resultado premiadas. Así, entre enero y febrero de 2016 compraron boletos premiados por valor de 4.875 euros” proporcionados por un dos sujetos identificados como R. F. J. y M. L. E, sin que se haya podido identificar cómo los obtenían. Entre ambos, entre 2012 y 2016 compraron premios por un total de 12.750 euros.
Para justificar la enorme cantidad de dinero en efectivo que se halló en la vivienda del matrimonio, la acusada se puso en contacto con los también acusados identificados como N. M. C. M y M. B. proponiéndoles simular un contrato privado en el que se hiciera constar ambos habían entregado 40.00 euros en concepto de señal para la compra de una vivienda con la intención de ocultar el verdadero origen del mismo. Dicho contrato fue elaborado tras la detención de A. A. F. el día 8 de marzo de 2016.
Del mismo modo actuaba el presunto cabecilla de la organización K. A. que trataba de ocultar los bienes que adquiría con su actividad ilícita comprándolos a nombre de su esposa, identificada como H. A. L. L.. también acusada, con la que estableció un régimen de separación de bienes mediante capitulaciones matrimoniales otorgadas en 2002. Otra personas a cuyo nombre también se adquirían bienes inmuebles era la acusada A. A. A., hermana de K. A.